miércoles, 3 de agosto de 2011

Su padre, José del Castillo, compuso el himno de Andalucía

"Anda, rojo, toca ahora la Internacional". Se lo gritaban al autor de la música del himno de Andalucía, José del Castillo Díaz, director de la Banda Municipal de Sevilla, cuando desfilaba con los músicos por la calle Tetuán. Me lo ha contado su hija, Ana del Castillo, en un sexto piso de la calle Genaro Parladé. La vivienda tiene algo de ella: es pequeña, agradable y acogedora.
─¿Saben los sevillanos que usted existe?
─Muy pocos. La mayoría no sabe que mi padre, José del Castillo Díaz, fue el que compuso la música del himno de himno de Andalucía, con letra de Blas Infante. Se estrenó ocho días antes de que estallara la guerra civil por la Banda Municipal de Sevilla, dirigida por mi padre, en la Alameda de Hércules.
-Y reestrenado el 18 de octubre de 1979 en el Teatro Lope de Vega al frente de la Banda Municipal, dirigida por el maestro José Albero. ¿Qué le ha parecido el acontecimiento?
─No lo he escuchado. No fui al Lope de Vega.


-¿La invitaron como hicieron con los familiares del autor de la letra?
-Ignoro si invitaron a los herederos del autor de la letra; lo que sí puedo afirmarle es que no invitaron a los herederos del autor de la música.
─¿Dolida?
─Lo que me duele es que parece que mi padre no compuso el himno de Andalucía. Es indudable lo hizo sobre una idea musical de Blas Infante que se inspiró en los cantos de siega del campo de Ecija.
-¿Dónde surgió la idea del himno?
-En la asamblea política de Ronda en enero de 1918. Y lo cantaron un año después en una reunión de republicanos, andalucistas y socialistas autónomos.
-¿Cómo reaccionó el Gobierno de entonces?
-Calificaron de separatista la letra.
-¿Trabaja usted?
─Me he jubilado después de 37 años de secretaria en "Exclusivas Sánchez Ramade”. Al principio lloré mucho porque enviaban unos anónimos a mi jefe diciéndole que no era justo que habiendo hijos de "ex combatientes" tuviera en su empresa a la hija de un rojo. No era rojo, era un liberal. Ana del Castillo, en una ocasión, preguntó a su padre “¿Y la gabardina?” El le contestó: “Se la he dado a uno que la necesitaba más que yo”. A veces era el padre el que curioseaba: “¿A dónde vas así?” “A Morón, papá. Me he arreglado, porque me dijiste que te acompañara.” “Pues quítate esos zapatosnuevos y ese abrigo, porque a donde vamos a ir son pobres”.
-¿Qué fue de su padre?
─En 1940 lo cesaron como director de la Banda Municipal. Estuvo preso en la cárcel de Burgos, coincidiendo con el famoso Manuel Dicenta. Allí formó una orquesta y una compañía de teatro para levantar el ánimo de los demás aunque el suyo anduviera por los suelos.
─¿Llegó a levantar cabeza cuando recobró la libertad?
─Vino a Sevilla y en su casa daba clases de música. También se veía obligado a tocar en salas de fiestas.
-¿Su fin?
-Murió pobre, a causa de un cáncer, y olvidado de casi todos los amigos. Nadie recordaba que fue discípulo predilecto de Eduardo Torres, maestro de capilla de nuestra Catedral.